miércoles, 5 de junio de 2013

Revivamos la fe y el poder de los primeros seguidores del Mesías


No hay duda de que los primeros creyentes en el mesías, la primitiva congregación fueron un pueblo peculiar. Su conducta intachable y su fe inquebrantable constituían un reproche continuo que turbaba la paz del pecador. Aunque pocos en número, escasos de bienes, sin posición ni títulos honoríficos, aterrorizaban a los obradores de maldad dondequiera que fueran conocidos su carácter y sus doctrinas. Por eso los odiaban los impíos, como Abel fue aborrecido por el impío Caín. Por el mismo motivo que tuvo Caín para matar a Abel, los que procuraban librarse de la influencia refrenadora del Ruaj HaKodesh(Espíritu Santo) daban muerte a los hijos de Elohim(Dios). Por ese mismo motivo los judíos habían rechazado y crucificado al Salvador, es a saber, porque la pureza y la santidad del carácter de éste constituían una reprensión constante para su egoísmo y corrupción. Desde el tiempo del Mesías hasta hoy, sus verdaderos discípulos han despertado el odio y la oposición de los que siguen con deleite los senderos del mal.

¿Cómo pues, puede llamarse la Biblia un mensaje de paz?

 Cuando Isaías predijo el nacimiento del Mesías, le confirió el título de "Príncipe de Paz." Cuando los ángeles anunciaron a los pastores que el Mesías había nacido, cantaron sobre los valles de Belén: "Gloria en las alturas a Elohim (Dios), y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres." (S. Lucas 2: 14.) Hay contradicción aparente entre estas declaraciones proféticas y las palabras del Mesías: "No vine a traer paz, sino espada." (S. Mateo 10: 34. V.M.) Pero si se las entiende correctamente, se nota armonía perfecta entre ellas. La Biblia es un mensaje de paz. El ser un creyente y seguidor del Mesías,  de ser bien recibido y bien practicado, derramaría paz, armonía y dicha por toda la tierra. La fe en el Mesías unirá en estrecha fraternidad a todos los que acepten sus enseñanzas. La misión de YAHSHUA(Jesús) consistió en reconciliar a los hombres con Elohim(Dios), y así a unos con otros; pero el mundo en su mayoría se halla bajo el dominio de Satanás, el enemigo más encarnizado del Mesías. La Biblia presenta a los hombres principios de vida que contrastan por completo con sus hábitos y deseos, y por esto se rebelan contra él. Aborrecen la pureza que pone de manifiesto y condena sus pecados, y persiguen y dan muerte a quienes los instan a reconocer sus sagrados y justos requerimientos. Por esto, es decir, por los odios y disensiones que despiertan las verdades que trae consigo, la Biblia se le  llama una espada.

La providencia misteriosa que permite que los justos sufran persecución por parte de los malvados, ha sido causa de gran perplejidad para muchos que son débiles en la fe. Hasta los hay que se sienten tentados a abandonar su confianza en YHWH(D-ios) porque él permite que los hombres más viles prosperen, mientras que los mejores y los más puros sean afligidos y atormentados por el cruel poderío de aquéllos. ¿Cómo es posible, dicen ellos, que Uno que es todo justicia y misericordia y cuyo poder es infinito tolere tanta injusticia y opresión? Es una cuestión que no nos incumbe. YHWH(Dios) nos ha dado suficientes evidencias de su amor, y no debemos dudar de su bondad porque no entendamos los actos de su providencia. Previendo las dudas que asaltarían a sus discípulos en días de pruebas y obscuridad, el Salvador les dijo: "Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán." (S. Juan 15: 20.) YAHSHUA(Jesús) sufrió por nosotros más de lo que cualquiera de sus discípulos pueda sufrir al ser víctima de la crueldad de los malvados.

Los que son llamados a sufrir la tortura y el martirio, no hacen más que seguir las huellas del amado Hijo de D-ios. "El Señor no tarda su promesa." (2 Pedro 3: 9.) El no se olvida de sus hijos ni los abandona, pero permite a los malvados que pongan de manifiesto su verdadero carácter para que ninguno de los que quieran hacer la voluntad de YHWH(D-ios) sea engañado con respecto a ellos. Además, los rectos pasan por el horno de la aflicción para ser purificados y para que por su ejemplo otros queden convencidos de que la fe y la santidad son realidades, y finalmente para que su conducta intachable condene a los impíos y a los incrédulos.

YHWH (D-ios) permite que los malvados prosperen y manifiesten su enemistad contra él, para que cuando hayan llenado la medida de su iniquidad, todos puedan ver la justicia y la misericordia de Elohim(D-ios) en la completa destrucción de aquéllos. Pronto llega el día de la venganza del Señor, cuando todos los que hayan transgredido su ley y oprimido a su pueblo recibirán la justa recompensa de sus actos; cuando todo acto de crueldad o de injusticia contra los fieles de YHWH(D-ios) será castigado como si hubiera sido hecho contra el Mesías mismo.



Otro asunto hay de más importancia aún, que debería llamar la atención de las iglesias en el día de hoy. El apóstol Pablo declara que "todos los que quieren vivir píamente en el Mesías YAHSHUA(Jesús), padecerán persecución." (2 Timoteo 3: 12.)

¿Por qué, entonces, parece adormecida la persecución en nuestros días?

  El único motivo es que la iglesia se ha conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no despierta oposición. La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe de los creyentes en los días del Mesías y sus apóstoles. Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la Palabra de Elohim(D-ios) son miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y el poder de la iglesia primitiva, saliendo de toda doctrina,tradicion de hombres y toda  creencia religiosa que no es conforme a la escritura, volviendo a las raices Hebreas y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego de la persecución volverá a encenderse.

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